Llegando
el otoño empiezan a abundar los frutos del granado, la granada (o graná, como
la llamamos por el sur), una súper fruta que posee grandes beneficios para la
salud.
La fruta de la granada proviene de un arbusto ramoso que
puede llegar a medir 5 metros de altura; es cultivada desde al menos hace más
de 5000 años en Asia occidental y norte de África, apreciada por los antiguos
egipcios y romanos.
La granada por su gran resistencia era muy utilizada en la
antigüedad, ya que gracias a que se mantiene con todas sus cualidades al pasar
los días, se prefería para transportarla para sus largos viajes.
La fruta de granada es antioxidante por su contenido en
polifenoles ayudando a prevenir el envejecimiento en nuestra piel, además tiene
propiedades de ser antiséptica, antiinflamatoria y antimicrobiana, así como
diurética ya que ayuda a evitar la retención de líquidos.
Según estudios médicos recientes el consumo de la fruta de
la granada ayuda a prevenir la aparición de ciertos tipos de cáncer en próstata
y colon, ya que beneficia por su contenido en fibra el proceso de digestión.
Por otra parte, ayuda a aliviar cierto tipo de síntomas provocados por el asma,
regula la salud cardiovascular, así como la arteriosclerosis, regula los
problemas intestinales como los problemas de cólicos, y nos ayuda a reforzar el
sistema inmunológico, por lo que se estima aumenta las defensas del organismo
contra la gripe, faringitis, etc.
La granada es rica en minerales como fósforo, magnesio,
potasio, hierro, cobre, hierro, zinc, calcio, manganeso, potasio, sodio, zinc;
así como en vitaminas B1, B2, B3, B6, B9, C, E, y K.
Esta fruta es deliciosa y contiene grandes propiedades, sin embargo,
es sumamente importante consultar a tu médico para la mejor incorporación de su
consumo en tu dieta.
Vía: Gloria Garza (salud.facilisimo.com)
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